Este magnífico cuento de Helen Buckley es un cuento para la reflexión, sobre todo para la reflexión más profunda acerca de nuestra querida profesión.
No es más que un cuento, por tanto, puede que no sea real, pero la importancia de la espontaneidad la creatividad, la imaginación y la libertad de expresión nos lleva a pensar que en nuestro trabajo, mejor si es vocacional, debemos tratar de escuchar con atención los pensamientos y razonamientos que los niños y niñas hacen, pues sus reflexiones se basan en un concepto de lógica que nosotras-os ya hemos perdido, el razonamiento primigenio.
Pincha en la imagen.
Tienes razón puede que no sea real pero situaciones así hay muchas, yo me he encontrado con algún ejemplo y a parte de anular la creatividad del niño se deja de lado su personalidad.
ResponderEliminar¡Fantástico! ...y además con ilustraciones de Frato. ¿Qué más se puede pedir? Besitos muy grandes.
ResponderEliminarCuánto mal le podemos hacer a un niño! Antiguamente se enseñaba así, hoy existe el problema que muchos papás no saben valorar lo que hacen los pequeños y meten ellos "la cuchara en el asunto"
ResponderEliminarBesosss
¡¡¡BUENÍSIMO, BLANCA!!! Un cuento del que deberíamos aprender todos los maestros y maestras. Una gran lección. Voy corriendo a tomar nota. Gracias. Besitos
ResponderEliminarES bueno saberlo para nunca caer en ello. Un beso, Tezeida.
ResponderEliminarMuy grandes, muy grandes también para ti, Joel.
ResponderEliminarCierto, Norma, pero hay que tener esperanza en el cambio. Un besito.
ResponderEliminarCorriendo??? cuidado, Hada, no te caigas, jajajaj. Un beso enorme.
ResponderEliminarGracias,Blanca,por recordarme este cuento.
ResponderEliminarValoramos mucho la creatividad y ,sin embargo, estamos frenándola continuamente.
Que pases un buen verano.
Un abrazo.
Lo mismo te deseo, Elena, un besito.
ResponderEliminar!Felices vacaciones Blanca , descansa un poquito y ...un beso enorme desde Ciudad Real. !
ResponderEliminarEs un cuento precioso y por desgracia muy cargado de verdad. Un beso.
ResponderEliminareso es por desgracia. un besote, Ana.
ResponderEliminarMe encanta, ya lo conocía y la verdad es que me alegré mucho de leerlo, pues me acuerdo muchas veces cuando me veo reflejada en una situación así. Viva la imaginación!!
ResponderEliminarViva, Miren, viva. Un beso.
ResponderEliminarFelicitaciones por esa iniciativa
ResponderEliminargracias. saludos.
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