El lenguaje tiene un objetivo, la comunicación entre personas.
Aprendemos a comunicarnos de forma oral desde que nacemos, pero hemos creado códigos para podernos entender con los que nos rodean, con gente que está a distancia, con conocidos y con desconocidos, e incluso con nosotros mismos y nuestras emociones.
Ese código parte de unos pequeños signos, las letras, que hacen que nuestra comunicación sea más fluida y sea comprensible por los demás, pues el código es común.
No soy partidaria de "enseñar" obligatoriamente a leer o escribir en Ed. Infantil, creo que debe ser una opción individual y, por supuesto, ayudar al que lo pide. Eso sí, enseñando los fonemas, las letras y las grafías, pero nunca bajo mandato u obligación. Ya en Ed. Primaria es otra cosa.
Pero el dilema surge cuando debemos empezar a enseñar a nuestros peques el código escrito que les servirá para aprender, potenciar su sociabilidad, par comunicarse directamente con otras personas y organismos...
A medida que los niños empiezan a relacionar los sonidos con la grafía de cada letra también van conociendo mejor su lengua materna y ampliando su vocabulario. Sin embargo, estos no solo los únicos beneficios que aporta a los niños el conocimiento de las letras.
¿En qué orden se deben aprender estas letras o signos?
Está claro que las vocales son las principales y más sencillas formas fónicas que tenemos, pues todas las demás letras se apoyan en ellas para formar sílabas, palabras, frases, oraciones y, en definitiva, lenguaje.
Os dejo un interesante artículo sobre el orden en que aprender las letras que me ha parecido muy apropiado para nuestra labor escolar.
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