No sé cómo empezar esta entrada porque me parece que todos los años digo lo mismo, pero la verdad es que me alegra muchísimo el día saber que los blogs, todavía, tienen su huequillo en este mundo digital.
Ya sé que no se llevan, que no se estilan, que no están de moda. Ahora Instagram, TikTok o Youtube son las reinas de este mundillo de navegantes, pero soy una nostálgica, que le vamos a hacer.
Yo empecé con Blogger como una novedad grandiosa, pasé por WordPress, sin pena ni gloria, todo hay que decirlo. Seguí en el blog modificando columnas, fondos, imágenes y trasteando hasta en el código fuente, lo que a veces me ha dado bastantes problemas (a Google no le gusta mucho).
Me divertía muchísimo descubriendo widgets nuevos para poner las horas, muñecos bailones, nieves en invierno, arbolitos de navidad con animación o cualquier cosa que me gustara.
Fui cambiando el blog día a día, era un entretenimiento que me daba mucha satisfacción.
Además comentaba y descubría muchísimos blogs de educación y gente maravillosa de la que me hice amiga digital enseguida. Todavía tengo varias con la que sigo en contacto, parece mentira, y todo sin conocernos en persona (Miren, Sandra Luz, Pilar...), otras... se quedaron por el camino. ¡Cuánto lo siento!
Entré en la dinámica de presentar el blog a varios concursos y webs que lo publicitaban, tanto institucionalmente como de forma interesada, por ellos, claro. No gané nada. Bueno, supongo que visibilidad, pero no estoy segura.
Pasé de tener 200 visitas en una entrada a tener 3.000, como media, en poco menos de 2 años.
La acogida tan grande que tuvo este blog en internet me animó a entrar en las RRSS y me metí en Facebook (2011) y en Twitter (2012). Eso fue la locura!!!!! No tenía tiempo ni para hacer las entradas, todo el mundo preguntaba, muchísimos comentaban, me enviaban correos, me pedían opinión sobre infantil... incluso hice un par de amigas, que ahora son muy cercanas y queridas, una en América y otra en España.
El tiempo era escaso.
Todo era una maravilla, estaba ilusionada, encantada, pletórica.
Aparecieron nuevas RRSS, yo me hice mi Instagram, mi Pinterest, pero ya no más porque siempre me he negado a sacar fotos o vídeos de mi clase o de mis niños y niñas (bueno, tampoco es ponerse una medalla porque en la escuela todo se hace en euskera, y en este blog no tendría cabida), con lo cuál ni Youtube, ni TikTok entraron, ni entran en mis objetivos.
Poco a poco me he resistido a cambiar, no es lo normal. Los tiempos y las redes sociales se han vuelto diferentes. La inmediatez manda y leer lo menos posible también.
Pero yo sigo manteniendo mi rutina: compartir los recursos didácticos que creo, las webs interesantes con materiales, manualidades, archivos o artículos didácticos. Todo por la educación.
Y también sigo contestando a todas las preguntas, a los comentarios, a las peticiones que me hacen, incluso hago materiales a medida y en varios idiomas.
Muchas veces he estado a punto de dejar todo porque los seguidores se estancaron, las visitas son ridículas comparadas con las de antes, y pienso, y pienso que todo este esfuerzo de horas y horas... a lo mejor no merece la pena. Antes las maestras y familias no sabían de dónde sacar materiales para los chiquis, ahora todo el mundo lo proporciona, si no gratuito (que hay muchos), con membresías o pagando en plataformas (muchísimos conocidísimos se pasaron a lo comercial).
Yo no, sigo ofreciendo todo gratis y así será hasta que diga basta. Todo gratuito y sin publicidad que me han ofrecido por activa y por pasiva (es un tostón, no hay semana que no me ofrezcan publicidad pagada).
Cada día veo el final más cerca. Ya me lo planteo muchas veces y eso es malo.
En fin, y todo esto para conmemorar el DÍA DEL BLOG, del que estoy tan orgullosa.
Y en este día siempre me gusta recomendar algunos blogs, y de entre todos los que tengo en favoritos os dejo estos 5 BLOGS que son estupendos y siempre vienen bien.
MILES DE GRACIAS A MIS SEGUIDORAS, COMENTARISTAS Y VISITANTES. Sin vosotras no soy nada en este mundillo.
Perdonad por la matraca, pero ya era hora de desahogarme de este mundo digital que cada día me oprime más y me desilusiona a marchas agigantadas.
***Hablo en femenino porque la mayoría manda y me enorgullece además. Y ahora...