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19 ago 2025

Quitar el pañal ¿cómo hacerlo?

Entre los 2 y 3 años la mayoría de los peques son capaces de reconocer sus necesidades físicas y de controlar los esfínteres, pero eso no es una regla fija.

Las familias suelen tener dudas y muchas prefieren que les quiten el pañal en la escuela infantil, pero esta fase, igual que otras, se debe hacer con tiempo, con paciencia, con cariño, con ejemplo y sin presión. En las escuelas infantiles no hay personal suficiente para atender a los demás niños-as del aula mientras se debe cambiar el pañal de un solo peque en el baño.

Por ello es muy habitual que las escuelas de infantil, sobre todo en 3 años, pidan a las familias que los peques entren ya sin pañal. Algunas escuelas incluso no les dejan matricularse si esta condición no se cumple.

Quitar el pañal depende mucho del desarrollo psicomotor de cada peque. Como he dicho antes, la mayoría suelen controlarlo con 2 años. 

Ayudarles en esta tarea requiere de unas cuantas pautas que trabajaremos en casa de la manera más agradable y efectiva posible:

Lo primero es que los peques se familiaricen con los palabras como pipí, caca, váter y orinal.  Les ayudaremos a tener consciencia de sus necesidades, a identificar si tiene ganas de  ir al baño. Y cuando veamos señales claras debemos preguntarles “¿Te estás haciendo pipi?, ¿Quieres hacer caca?”.

Como los niños viven a través de sus propias experiencias, la teoría es eso, teoría, si no han vivido esa experiencia, difícilmente la van a asimilar. Para saber que es “hacerse pipí”, antes deben hacerse pipí encima, sin pañal y sentir la humedad y el charco en el suelo (¡cuidado! no nos enfadaremos, una cara de sorpresa es lo mejor). En ese momento serán conscientes de lo que ocurre si no avisan.

Pasados unos cuantos días ya son capaces de percibir las señales de hacer pipí y nos mirarán si se lo hacen encima. En este proceso hay que tener mucha paciencia.

Para ayudarle también hay algunas cosas que podemos hacer de forma fácil y sencilla.
-Aprovechar que vamos al baño para que nos vea.
-Ir a comprar el orinal con el o con ella.
-Felicitarle cuando lo haga. Sin exageración, pero con alegría.

En el caso del pipí la cosa está más o menos clara, pero cuando debe hacer caca es diferente porque para un peque la caca es "su caca", es como parte de él.

Para ayudarle podemos:
-Ponerle en el orinal siempre a las mismas horas, por ejemplo después de las comidas. No más de 10 minutos.
-"Festejar" si lo hace en el orinal. Alegría no desbordante, pero alegría y alabanzas (eres un niño grande, es fantástico, lo has hecho tu solito...)
-Comprar y contar cuentos relativos al tema, con dibujos expresivos y simpáticos.
-Acompañarle al baño para que no se sienta solo.

En resumidas cuentas:
-Dejarle que nos observe cuando vamos al baño.
-Adaptar su propio espacio.
-Acompañarle al baño.
-No realizar comentarios negativos.
-Tener horas concretas. Máximo 10 minutos.
-No apresurarse. Paciencia, llegará.

Un consejo, si lo cambiamos de pie en vez de tumbado se dará cuenta más fácilmente de la incomodidad del pañal.

Y, por favor, NO uséis pañales entrenadores, no hacen más que retrasar el desarrollo del control.

17 jul 2015

SEMANA DE LA FAMILIA 3. Control de esfínteres


Estamos en verano, en esta parte del globo terráqueo por lo menos.

Es el mejor momento para intentar quitar el pañal de en medio y ahorrar un poquito, que siempre viene bien.

La edad más adecuada de hacerlo es entre 2 años y medio y 3 años, pero puede suceder antes, dependerá de cada peque en concreto.

Antes de quitarle el pañal hay que tener en cuenta varias cosas:

1º. Una vez que se ha decidido quitar el pañal, no puede haber marcha atrás. Si una vez empezado el proceso le volvemos a poner el pañal puede que el peque no controle de forma voluntaria el esfínter y se haga pipí encima durante un tiempo y no quiera quitarse el pañal.
Sólo se puede volver a poner el pañal al peque si está malito con diarrea. En este caso, esperaremos a que se recupere y volvemos a empezar.

2º. Debemos tratar el tema de la retirada con total naturalidad, decirle que ya es un niño/a mayor, que ya no va a llevar pañal para ir al cole o para salir a la calle y que ya llevará braguitas o calzoncillos como los niños-as mayores, como mamá y papá.

3º. Una vez metidos en faena hay que felicitarle cada vez que haga pipí y decirle que ya es un niño/a mayor.

4º. No tengáis miedo, no dudéis de vosotros-as mismos-as. Es un gran paso en el desarrollo de los peques y les estamos ayudando. Hay que tener en cuenta que nuestra indecisión provoca retrocesos difíciles de superar con facilidad.

Bueno, pues una vez advertidos... vamos a ver cómo hacerlo. 

1ª FASE: Motivación. Un cuento siempre ayuda.

Si el chiqui no ha pedido ir al wc sólo o no ha visto a otros niños o niñas haciendo pis y se ha fijado en ellos con atención, una o dos semanas antes de comenzar con todo el proceso le podemos meter el "gusanillo" leyendo unos cuentos supersimpáticos:

Ratón es muy curioso. Tiene que husmear todo, hasta los pañales de sus amigos. Husmea, uno por uno, en los pañales de Liebre, Cabra, Perro, Vaca, Caballo y Cerdo. Por supuesto, sus amigos también quieren mirar el pañal de Ratón. Y se llevan una gran sorpresa.

Los animales hacen pipí en cualquier sitio: los peces hacen pipí en el agua, el pipí del pájaro se lo lleva el viento y con su pipí el canguro inunda la bolsa de mamá. Después de ver a un niño usar el orinal, todos le querrán imitar.

Marina ya no quiere llevar pañales. Mamá le acerca el orinal y le dice: «A partir de ahora puedes hacer pipí en el orinal». Ahora puede llevar bragas ¡Ya es mayor! Pero de repente nota que tiene el culito mojado…

Es el mismo libro que el de Marina, el que está arriba, pero ahora su protagonista es Edu.

Dita y Dito son dos simpáticos gemelos que están aprendiendo a usar el baño.






También os dejo unas páginas con más cuentos sobre este tema.


2ª FASE: ¡¡Comienza la función!!

Para llevar bien un control del proceso es recomendable empezar un lunes, así el fin de semana le vamos dorando la "píldora". Le decimos que ya no va a llevar más el pañal, sólo para dormir la siesta y por la noche. Si hacemos algún viaje de varias horas le dejaremos el pañal, no sin antes avisarle explicándole el por qué.

Levantamos al peque de la cama, vamos juntos a tirar el pañal y lo sentamos en el orinal (es importante que el orinal sea del tamaño adecuado, lo digo por experiencia). Esperaremos un ratito hasta que haga pipí. Puede que sean sólo unas gotitas, pero eso es suficiente.

Durante la primera semana el chiqui hará pipí con mucha frecuencia y poca cantidad.

Durante los primeros días, se le pone a hacer pis cada 20 minutos. Si se nos pasa y se hace pipí encima, se le dice que no pasa nada y se le cambia y limpia con normalidad (nada de nerviosismo).

Según pase el tiempo, aquí lo importante es la observación, podemos pasar de 20 minutos a 30, 40, media hora o una hora.

Antes de acostarle para la siesta le pedimos que haga pipí en el orinal y le ponemos el pañal. En cuanto se levante de la siesta le quitamos el pañal y le ponemos en el orinal. Lo mismo haremos por la noche antes de dormir. No olvidéis las felicitaciones (ni demasiado sosas, ni demasiado efusivas).

Y así durante un par o tres de semanas, según cada chiqui. Poco a poco veréis como el peque va pidiendo ir sólo cuanto tenga ganas.

Cuidado cuando juega pues el juego le entretiene tanto que hacer pis es algo secundario siempre. Estaremos pendientes, pero si se hace pis, no pasa nada, se le cambia y le decimos que cuando tenga ganas que se vaya al baño o que lo pida a papá o mamá.

Para los padres-madres más despistados es conveniente hacer una tabla para marcar las horas a las que lo habéis puesto en el orinal y si ha hecho pis o no o se lo ha hecho en la ropa.

Para el control de la caca es conveniente poner al peque en el orinal después de las comidas, que es cuando suelen hacerla en el pañal. Cada familia se adaptará al ritmo del peque.

Habrá que controlar el tiempo, no se le puede tener en el orinal hasta aburrir.

3ª FASE: Mantenimiento y fin del proceso

Una vez el peque hace pis sólo o lo pide vendrá la fase final de quitarle el pañal en la siesta. Esto se hace cuando vemos durante varios días seguidos que el pañal está seco cuando se levanta.

¿Y cuándo se lo quitamos por la noche?
Tardará un poco más de tiempo en no mojar el pañal por la noche, porque por la noche los músculos se relajan y son muchas más horas para poder controlarlo, pero cuando veamos que lleva unos días, igual que en la siesta, sin hacerse pis al levantarlo por la mañana, se lo quitamos y... LO CONSIGUIÓ. Eso no implica que se le escape bastantes veces, es normal.

Hay que tener en cuenta que este proceso de control de esfínteres es una acción que supone un gran paso, pues de ser un comportamiento reflejo y automático debemos conseguir una conducta voluntaria y controlada, por lo que a veces presenta dificultades.

NO QUIERO HACER CACA

Algunos niños-as se niegan a hacer caca en el orinal aunque sí utilicen este accesorio para hacer pis y sean capaces de controlar los esfínteres. ¿Por qué se comportan así?

Si el chiqui controla bien los esfínteres pero se aguanta las ganas de hacer caca hasta que le pones el pañal o se asusta al verla en el orinal, debemos averiguar la causa y ayudarle a superarla.

Puede haber varias razones por las que puede reaccionar así:

Miedo a desintegrarse.
En este caso debes explicar a tu pequeño por qué necesitamos hacer caca para mantenernos sanos.

No quiere perder nada.
Está en una etapa muy egocéntrica y sus pertenencias cobran una relevancia especial. No quiere compartir ni perder nada, por eso se niega a hacer caca en el orinal, porque luego la echas al wc y tiras de la cadena para que desaparezca. Hay que explicarle por qué se hace así, dejaremos claro que lo que nos alegra es que use el orinal, no la caca en sí.

Intenta reafirmarse.
Puede ser una forma de enfrentarse oponiéndose a nuestros deseos. Por eso, cuanto más insistimos en que utilice el orinal, menos lo hace. Intentaremos no crear tensión respecto a este tema y animarle a hacer lo que debe cuando más predispuesto a ello esté.

Cuidado!!!!!! Reñir al peque por no hacer caca en el orinal sólo agravará la situación. Cuanto mayor es la presión, más se acentúa cualquier problema.

No está de más insistir, pero si vemos que sólo va a hacer caca en el pañal, se lo pondremos cada vez más bajo para que se habitúe a la sensación de soltar. Le ayudará a perder su recelo al orinal.

EVITAR EL ESTREÑIMIENTO

En ocasiones, el peque con miedo a hacer caca en el orinal se aguanta tanto que acaba provocándose estreñimiento.

Al no defecar, sus heces se van volviendo más grandes y duras, esto les causa dolor y para evitarlo, retienen más, con lo que la situación se va agravando por días.

La solución, bajo consejo médico del pediatra, tener a mano un laxante infantil, ofrecerle una dieta abundante en fibra y volver a ponerle el pañal durante una temporada, hasta que el funcionamiento de su intestino se normalice y él supere su temor.

También hay algunos cuentos que vienen al pelo para ayudar cuando existen problemas con la caca:

El lobo en el bosque y… la oveja en el aprisco. El elefante africano en África y… el elefante indio en la India. La ballena azul en el océano y… el pez rojo en la pecera. ¡Todos hacen caca! Y tú, desde hoy, en el orinal.

A Reni, el protagonista de esta historia, le gusta hacerse mayor, pero eso no implica que a veces no le asusten algunas cosas. Como por ejemplo el váter, donde cree que habita un monstruo espantoso. Para poder superar estos miedos la confianza de los demás es muy importante, en este caso serán los primos de Reni quienes le ayuden.


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27 jul 2013

Cuestión de pañal

El verano es la época más cómoda para que los niños empiecen a controlar los esfínteres. Ya sabemos que hay niños más rápidos, en porcentaje, niñas, y otros más lentos en conseguirlo, pero al final todos debemos hacerlo.

Hay escuelas de 2º ciclo de Infantil que exigen el control antes de empezar las clases. La verdad es que es difícil imaginar una clase de 23 niños o más, de 2 y 3 años, con una sola persona teniendo que llamar a casa para que vengan a cambiarlos, porque sería imposible que ella lo hiciera y dejar solitos, sin supervisión, a los otros 22. (De momento así está la situación, al menos por aquí, esperemos que algún día mejore).

Para ayudar en esta tarea y aprovechar el verano y las vacaciones os dejo este artículo que nos ofrece unos cuentos para que la cosa sea más fácil.

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