Las cifras van cambiando y con ello el impulso de seguir, no se puede defraudar a 800 amigos, porque en eso se convierten los seguidores de un blog, en amigos y amigas que están detrás de ordenador, a grandes o pequeñas distancias, pero siempre en sintonía.
Un superabrazo a todos y cada uno de estos amigos y amigas.
Y para el seguidor 800, en este caso seguidora, Roser, este pequeño regalillo.