La música clásica es una gran baza para acercar a los niños-as nuestra cultura musical, desarrollar aficiones, aprender a discriminar sonidos, disfrutar con la música y potenciar la creatividad y el arte como signo de expresión.
Hoy tenemos una versión un tanto infantil de la Marcha Turca de Mozart, ese niño prodigio que a todos, o casi todos, nos encanta escuchar y al que admiramos por su talento, creatividad y maestría en el manejo de un instrumento musical.