8 feb 2021

¿Cuántas horas suelen dormir los peques?

Esto es algo que nos preguntamos con relativa frecuencia.

Cada niño o niña, igual que cada adulto, necesita dormir para recuperar la energía gastada durante el día y para que su organismo funcione como debe. Dormir supone muchos beneficios para nuestro organismo, pero... ¿Cuántas horas se debe dormir?

Es importante que sepamos cuánto sueño es suficiente para los peques. Todo depende de la edad y de su comportamiento. El comportamiento de los niños-as puede reflejar directamente la calidad de su sueño. Por eso, unos necesitan dormir más que otros, aunque tengan la misma edad.

Tabla de sueño según la edad:

0-6 meses
El reloj interno de un bebé recién nacido todavía no está desarrollado. Como sabemos, entre el día y la noche, suelen dormir mucho, de 16 a 20 horas al día. En las primeras semanas, su sueño diurno suele interrumpirse a intervalos de 2 o 3 horas para sus tomas de leche.

A partir de del segundo mes, podrá dormir durante períodos más largos de tiempo. A partir del tercer mes, los bebés suelen dormir un poco más por las noches, de 6 a 8 horas sin interrupciones, y unas cinco horas durante el día, lo que alivia bastante a los padres.

A los cuatro meses, la mayoría de los bebés suelen dormir en su propia habitación. Es muy importante, en esta etapa, que los niños-as aprendan a dormir por sí solos, y que distingan entre el día y la noche para que ésta última esté relacionada con el sueño prolongado. La rutina de horarios y de actividades es la mejor forma para educar a los pequeños y que concilien mejor el sueño. Les dará más seguridad y tranquilidad.

6-12 meses
A los seis meses, el bebé ya dormirá siestas de tres horas durante el día y dormirá unas 11 horas durante la noche. En esta etapa, ya deben dormir por sí solos. Cuando están enfermos necesitarán más atención y cariño, por lo que es normal que los padres les cojan en brazos y les mimen más, porque eso les hará sentirse mejor.

Sin embargo, es conveniente que esta actitud no se alargue para que el bebé no coja el hábito. Cuando el bebé se despierta muchas veces durante una noche, puede que se sienta molesto por algo. Lo mejor es atenderlo y asegurarse de que todo está bien, es decir, que no tiene el pañal sucio o que no tiene calor o frío. Es aconsejable darle el chupete, acariciarle suavemente en su espalda o en la barriga, y punto. Cuánto más se acerca su primer cumpleaños, el bebé irá durmiendo paulatinamente un poco más por las noches.

1-3 años
En esta etapa los bebés suelen echar siestas más cortas, de una o dos horas, por lo que aumentará su sueño durante la noche, en una media de 10 a 13 horas. Se debe mantener una rutina de actividades antes del sueño: el baño, la cena, el cuento, la música (relajante) y ¡a dormir! Es un ritual que ayudará mucho a que los pequeños entiendan que el acto de dormir es una actividad y una necesidad más. A los dos años, el niño o niña ya podrá elegir el pijama que quiere usar, el peluche o el juguete con el que quiere dormir y el cuento que quiere que le cuente. Eso le hará partícipe de la rutina.

3-6 años
A los 3 años, los niños-as suelen dormir una siesta de una hora, y por la noche necesitan de 10 a 12 horas de sueño para sentirse descansados. A partir de los cuatro años, muchos ya dejan de dormir la siesta. Depende mucho del carácter y de las necesidades de cada niño o niña.

6-9 años
Durante estos años, los niños-as necesitan aproximadamente 10 horas de sueño durante la noche. Es importante que antes de que los niños-as se vayan a la cama, disfruten de un momento en privado con sus padres para conversar, compartir secretos, cuentos o música. Es una buena forma para prepararles para el sueño.

10-12 años
A estas edades, los niños-as sólo necesitan alrededor de 9 horas de sueño durante la noche. Todo dependerá de cómo esté de relajado o cansado.


7 feb 2021

TARJETAS DE MOTRICIDAD


Son 16 tarjetas que tienen como protagonista un oso polar. Los niños y niñas deben imitar los movimientos del oso según lo que señale cada tarjeta.

Se pueden hacer muchos juegos, repartir las tarjetas entre los peques, esconderlas por la clase, hacerlo por parejas, por grupos, con mímica... en fin, la imaginación de las profes es libre.

Pincha en la imagen.

6 feb 2021

FICHAS ELEGIR LA SOMBRA CORRECTA

Estas fichas se pueden poner en una funda de plástico para que sirvan para todos los niños o niñas que quieran hacerlas tantas veces como les guste.

Luego borran el rotulador con un trapo y queda listo para el siguiente.

No merece hacer más que una copia para toda la clase.

Yo la pondría en el rincón matemático o lógico.

Requiere mucha atención y mucha concentración porque los dibujos entre los que se debe elegir son todos muy parecidos.
Pincha en las imágenes.

5 feb 2021

TÉCNICAS PLÁSTICAS: cascadas de elementos (seriaciones)

Como podéis ver es una seriación de mayor a menor de elementos iguales, pero con distinto dibujo o fondo.

Se elige un elemento, en este caso un corazón, se imprime en diferentes tamaños, se pinta con diferentes técnica y colores y se recorta.

También se puede hacer con papeles ya coloreados de los de regalo que tengamos por clase, pero es más gratificante si los papeles los pintemos nosotros mismos.

Después la técnica consiste en ir ordenándolos de mayor a menor y pegarlos entre sí, es decir, hacer seriaciones en cascada de los elementos. Quedan chulísimos!!!

Os dejo la plantilla del corazón, pero se puede hacer con cualquier figura, conejos, cuadrados, estrellas, nubes, flores...



4 feb 2021

Hacemos ejercicios de ritmo en la escuela

El desarrollo integral del niño-a abarca muchos aspectos, la música es uno de ellos. La educación musical tiene un papel imprescindible en el desarrollo y crecimiento de los peques.

Pero en la música intervienen diferentes conceptos como ritmo, entonación, tempo...

No hay duda de que las canciones infantiles benefician tanto emocionalmente como cognitivamente, dado que están ligadas con la música en todos los sentidos.

Lo mejor para nuestros peques es empezar por cantar, por oìr música y por tararear lo que puedan, sin olvidar la estructura de las canciones, el ritmo y la entonación de las mismas.

Esta vez nos vamos a centrar en el ritmo y la entonación, pero antes... veamos lo que significan.

- La entonación
Se define como el movimiento melódico con el que se pronuncian los enunciados, el cual implica variaciones en el tono, la duración, la intensidad del sonido, y refleja un significado determinado, una intención o una emoción. Así la entonación está directamente relacionada con la música, pero también podemos incluir el lenguaje oral. 

Desde que nacen, los bebés ya perciben la entonación de nuestras palabras y, de hecho, según vayan creciendo irán aprendiendo a dotar de significado los distintos tonos de voz con los que les hablamos. Lo mismo ocurre con las canciones que escuchan.

- El ritmo
Entendemos por ritmo la proporción guardada entre los acentos, pausas y repeticiones de diversa duración en una composición musical.

Desde que son muy pequeños, los niños pueden ir aprendiendo a llevar el ritmo. Desde los juegos de palmas hasta los gestos o movimientos que hacemos en las canciones infantiles, les van formando en este sentido.

Entre los beneficios que podemos encontrar al trabajar la entonación y el ritmo nos encontramos con que:
Fortalece la capacidad psicomotriz.
Aumenta las capacidades lingüísticas.
Desarrolla la memoria visual y auditiva.
Aumenta la capacidad cognitiva al anticiparse a un movimiento o una acción musical.

EJERCICIOS PARA TRABAJAR EL RITMO Y LA ENTONACIÓN

1. Una historia convertida en música
En toda canción infantil o cuento infantil que se precie, el protagonista suele ser un animal, un personaje característico o nos cuenta una historia cotidiana y familiar en la que el niño pueda sentirse identificado e imaginar un mundo hecho a su medida. ¡Transformemos esta historia en música!

Para ello te proponemos que convirtáis a vuestro personaje protagonista en un movimiento, en un ritmo o en una melodía. Cada vez que aparezca dentro del cuento o de la canción, debemos reproducir ese atributo que le hemos dado. Deberemos ir acompasando la letra, la melodía y la historia... Podremos cantar la melodía o leer trozos del relato más rápido y otros más despacio, de forma que los niños practiquen los distintos ritmos y entonaciones.

2. Simón dice
El juego de 'Simón dice' es un clásico con el que todos los niños disfrutan. Podemos jugar en sus distintas versiones: con gestos, palabras, repeticiones de colores... Pero también lo podemos convertir en un juego musical para trabajar la entonación y el ritmo. Para ello, podemos valernos de un piano (o cualquier otro instrumento musical) o de nuestra propia voz.

Empezamos tocando (o cantando) una nota, que los niños tienen que repetir cantando. A continuación, tocamos esta nota y otra más, y los niños tienen que volver a cantar estas dos notas. Ahora, sumamos una nota (o un par si queremos subir la dificultad) y los niños tienen que repetirlo todo. Para trabajar el ritmo, podremos introducir diferentes duraciones.

3. La escalera que sube y baja
En un folio dibujamos una escalera y con un pequeño muñeco de nuestro hijo (o nuestros dedos convertidos en un hombre/mujer), subiremos y bajaremos por esta escalera, ¡cantando! Cuando vamos hacia arriba, cantamos una escala ascendente, es decir, de la nota más grave a la más aguda. Y cuando bajamos los escalones, al revés. Para trabajar el ritmo, a veces podemos subir muy rápido los peldaños y otras veces ir muy despacito o, incluso, subirlos de dos en dos.

Si los niños son más mayores, en lugar de una escalera podemos dibujar imágenes más abstractas (una espiral, rayas ondulantes, una línea entrecortada de distintos tamaños...) para comprobar qué les inspira 'entonar' dicha imagen.

4. La clave de sol es un caracol
Este es un ejercicio tan sencillo como cantarle una melodía a nuestros hijos y pedirles que la repitan con el ritmo y la entonación (incluso las subidas y bajadas de volumen) con la que se la hemos cantado. Para que esta actividad sea más divertida y completa, podemos proponer distintas coreografías a las canciones o gestos que representen a los personajes de los que hablen las melodías.

Por ejemplo, ¿conocéis la canción de la clave de sol, en la que es un caracol? Este es un ejercicio muy divertido con el que los niños pueden trabajar la entonación y el ritmo desde los dos años.

3 feb 2021

EXPERIMENTO: el caso del huevo reflectante

Este es un experimento que llama mucho la atención, pero no deja de ser sencillo y que se puede hacer con pocos elementos. Lo más difícil va a ser hacer que los peques esperen el tiempo suficiente.

Materiales:
Huevo
Vaso
Vinagre
Marcador fosforito
Linterna de luz negra

Procedimiento:
Abrir el marcador y sacar el cilindro.
Exprimir el cilindro en el vaso.
Meter el huevo en el vaso.
Verter el vinagre hasta cubrir el huevo.
Esperar un par de días.
Sacar el huevo y comprobar que se ya no queda cáscara.
Limpiar con agua y secar bien.
Enfocar con la luz negra.

NOTA: probando con varios colores de marcadores se ve que el vinagre no afecta tanto al color del marcador naranja y el rosa, pero casi se come por completo el amarillo verdoso. Sin embargo al poner la luz negra el huevo que mejor se ve es el que está con la tinta del marcador amarillo.

Las linternas de luz negra son fáciles de encontrar por internet.

TODOS LOS EXPERIMENTOS LOS DEBEN HACER CON UN ADULTO Y MANTENIENDO LAS CORRESPONDIENTES MEDIDAS DE SEGURIDAD.