Este es un regalito muy sencillo y que siempre queda bien.
Deberemos tener varios táperes, sal, colorantes alimenticios, embudo, cucharón y, por supuesto, botellas de cristal vacías.
Primero echamos bastante sal, depende de la cantidad que queramos hacer, en un táper y añadimos unas 7 gotas de colorante alimenticio. Cerramos el táper y movemos hasta que la sal se haya coloreado.
Hacemos lo mismo con los distintos colores que queramos tener.
Dejamos los táperes abiertos hasta que se seque la sal y esté suelta.
Ponemos el embudo en la botella y vamos cogiendo con el cucharón sal coloreada haciendo una capa. Luego echaremos diferentes colores hasta completar la botella.
Quedan preciosas y son sencillas. Se puede complicar un poco inclinando la botella al echar la sal, pero a los peques no les suele quedar bien, es cuestión de probar.
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