El origami es una técnica japonesa de doblado de papel no tan difícil como parece en un principio.
Desde luego no se puede negar que agiliza la destreza manual fina y que sigue el principio fundamental educativo del menos al más (primero salen un churro y luego se van perfeccionando, lo digo por experiencia, jajaja).
Si queréis jugar con la ballena Malena, el tigre rugidor, el pulpo Federico y el gran girasol... lo mejor es que os convirtáis en pequeños-grandes maestros-as de la papiroflexia.
Podemos decorar nuestro aula, el pasillo, la sala de profes, las puertas y ventanas o la habitación propia de los chavales.
Pues ¡hala, manos a la obra!
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