Empatía es la capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos.
Es decir, que si vemos a alguien que sufre, el ser empático sufre, que si vemos a alguien muy alegre, el ser empático se alegra, que si vemos a alguien llorar, el ser empático llora (eso que nos pasa cuando vemos una película que acabamos llorando como magdalenas).
Esta es una cualidad fundamental para nuestra existencia como ser social. Hoy en día conectar con otras personas, con sus sentimientos, con sus emociones, con sus "seres" se está convirtiendo en algo difícil cuando sólo se mira a la pantalla del móvil, al ipad, a la tablet o a la televisión. Apenas nos importa lo que pasa a nuestro alrededor y cuando vemos a alguien con problemas en la calle... la mayoría de las veces somos incapaces de reaccionar o ayudar.
El aprendizaje emocional de la empatía debe empezar desde la infancia partiendo por reconocer, sentir y dar respuesta a esos sentimientos que vemos en la cara del otro (es como cuando un peque se cae y unos cuantos, empáticos ellos, vienen a ver qué le pasa, le rodean, le dan besos, le abrazan y le dicen "qué te ha pasado" "no es nada" "vamos a la seño").
Educando en la empatía se consigue que los peques aprendan a valorar a los otros y entender cómo situarse ante los cambios sociales e impactos tecnológicos que están por venir. La empatía está sistemáticamente relacionada con la autoconciencia: cuanto más conscientes somos de nosotros mismos y nosotras mismas, más eficaces seremos entendiendo a las demás personas que nos rodean.
Las personas más empáticas:
1. Tienen curiosidad hacia las personas desconocidas
2. Desafían a los prejuicios y descubren los aspectos que tienen en común y comparten con otras personas
3. Ganan experiencia a partir de la experiencia ajena
4. Escuchan y son abiertos/as a otros/as
5. Pueden inspirar la acción colectiva y el cambio social
6. Tienen mayor imaginación y creatividad.
¿Cómo educar en la empatía desde el aula?
1. Crear vínculos significativos con el alumnado
Para poder desarrollar la empatía, es necesario que primero sintamos esa misma empatía desde corta edad: sentir que alguien se preocupa por nosotros/as, nos cuida y nos ayuda a avanzar, por ejemplo, en nuestro aprendizaje. Los y las docentes que conocen, aprecian y respetan a sus estudiantes más allá de lo meramente académico, les ayudan a sentirse cuidados y cuidadas, incrementando su capacidad de cuidar de otras personas.
2. Sentimiento de auto-eficacia
Sin ese sentimiento de auto-eficacia no podrías tener la suficiente confianza en poder llevar a cabo los retos que te presenta la vida y la sociedad. El mentoring es importante, en este caso, para desarrollar una autoestima saludable:
- Ayuda y soporte
- Escucha activa
- Fijación de expectativas adecuadas
- Mostrar interés por el alumno-a, pero como individuos únicos con vida fuera del centro
- Ayudar a desarrollar habilidades de toma de decisiones y resolución de problemas.
3. Educación en valores
Sin introducirnos, claro, en cuestiones muy personales, como la fe religiosa, tan solo en los mínimos donde todo el mundo está de acuerdo: cooperación, cuidado, compasión, amabilidad, servicio, trabajo en grupo, responsabilidad como cuidadanos, capacidad para mejorar sus comunidades y para contribuir a solventar problemas sociales.
4. Inspiración
La mayor parte de las personas con una gran empatía nombran a sus docentes del pasado como pilares inspiradores en su vida: han aprendido de ellas y ellos como convertirse en mejores personas y mejores versiones de sí mismos/as. Las y los docentes que han resultado ejemplares tenían la pasión y habilidad de inspirar, un conjunto claro, articulado y coherente de valores, compromiso con la comunidad, generosidad desinteresada y capacidad para superar los obstáculos.
5. Exposición a la diferencia
La diferencia es parte de la vida, no somos clones: el rol docente podría incluir el hecho de cultivar la curiosidad sobre cómo los individuos y los grupos tienen visiones del mundo absolutamente diferentes: esto expande las barreras intelectuales, interpersonales y emocionales de las niñas-os. Es importante poder ver el mundo desde diferentes perspectivas, o al menos intentarlo, pero eso requiere empezar pronto.
6. Vínculos con el mundo real.
La empatía debe llevarse a la acción: pensamiento crítico, planificación, organizción y resolución de problemas, participación activa en proyectos que les saquen de su zona de confort y les permitan ver el mundo de un modo radicalmente diferente.
Empathy in Action: How Teachers Prepare Future Citizens
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6 comentarios :
difícil de llevar a cabo pero se intenta con total dedicación. Una entrada muy interesante
Bsos
La empatía, cuan necesaria es en nuestros días siempre.
Gracias por la entrada , Blanca, está estupenda.
Un besote.
Coincido en todo. Un besito.
gracias, pita. un beso
muchas gracias, Anabel.
Me alegra oírlo, Blanca.
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