Estoy segura de que todas sabemos que hay vida fuera de las pantallas.
Nuestros peques pueden compartir un tiempo divertido y creativo fuera de los móviles, tablets u ordenadores.
En este texto existen muchas propuestas alternativas para todos los gustos.
Además de estas sencillas actividades, una que me parece de lo más natural y que, comentado con mis compañeras más cercanas, nos parece una opción que raramente se da hoy en día, está el aburrimiento.
Todas recordamos que cuando éramos pequeñas aburrirse era inventar, pensar, imaginar, tomar decisiones, gestionar la frustración… Del aburrimiento salen a veces las propuestas de juego más divertidas, como construir una casita con un par de sábanas y la mesa del salón, hacer un teatro de marionetas colgando una manta en una puerta, leer cuentos a los hermanos pequeños, inventar una historia y dibujarla… No es necesario llenar a los niños de actividades. Tampoco es necesario evitar el aburrimiento. La gracia está en encontrar el equilibrio: ratitos de aburrimiento, ratitos de juego a solas, ratitos de actividades en familia, ratitos de pantalla, ratitos de juegos con otros niños-as, ratitos...