Para realizar esta técnica sólo necesitamos unos rotuladores con colores brillantes, fosforitos o similares y unas hojas enteras.
La técnica es tan simple como pintar de colores la hoja y después estamparla en una hoja en blanco, apretando fuerte para que los colores de los rotuladores se impregnen bien.
Es conveniente que los niños-as tengan hojas pequeñas para que la tinta del rotulador no se les seque demasiado.
Pincha en la imagen.
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