La pérdida de un diente es señal del crecimiento normal de los niños y niñas, pero a veces da un poco de miedo desprenderse de ese elemento tan "conocido" y que nos ha servido tanto y se puede convertir en drama. Los peques se asombran cuando los dientes se les empiezan a mover y lo van contando a todo pichipata que se encuentran en su camino, varias veces además, jaja, pero lo toman como un acontecimiento que no, por conocido, deja de tener emoción.
El Padre Coloma ideó un cuento en 1902 para consolar al joven Alfonso XIII, asustado a más no poder por haber perdido un diente a sus 8 añazos (ahora los empezamos a perder con 5 o así).
La leyenda del Ratoncito Pérez no es exclusiva de nuestro país, en todos los sitios el pensamiento infantil es muy parecido. Se conoce con muchos nombres y toma diferentes aspectos, pero a mí me cae simpático este ratoncillo.
Esta leyenda, conocida por todos los que están en "edad de" ayuda a perder el miedo al dolor, a perfeccionar nuestra higiene bucal y a quitar un poco de canguelo cuando vamos al dichoso dentista.
Si quieres conocer su verdadera historia...
Pincha en la imagen.