Vamos a dejar a los chavales con los ojos como platos cuando vean esta pintura.
Sobre una cartulina o papel especial para acuarela pintaremos el motivo que queramos con acuarela o pintura muy diluida en agua, incluso puede ser agua con colorante alimenticio, a los que hemos añadido zumo de limón.
Una vez pintado cogeremos un poco de bicarbonato con la punta de los dedos y lo espolvoreamos por encima de la pintura.
El efecto es inmediato y muy divertido.
Es necesario tener preparado el bicarbonato en una bandejita antes de pintar, pues hay que echarlo justo después de pintar (y para que no se seque, por eso hemos puesto pintura muy diluida).
¡A divertirse!
4 comentarios :
es una de mis técnicas mágicas preferida jaja
Bsos
qué estupendo, pita. bss
Es una pena que no le podamos decir a los chavales que ese polvo se usa también como leudante de los bizcochos y es el que es el hace que la miga tenga "agujeritos". No lo entenderían.
Besos Blanca
Bueno, Norma, es cuestión de enseñárselo con un bizcocho de yogur, jijij. Un abrazo, amiga. Y gracias por pasarte por el blog.
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